miércoles

Paraiso Inexistente y el eterno retorno


La negrura de la noche me invita
a que me interne por callejones
y por los rincones mas sórdidos
en búsqueda de nuevas experiencias
para un alma errabunda y solitaria.
Las frías horas que me separan del día
son la mejor ocasión para desplegar
andanzas que creía terminadas ayer
y volver a recorrer la incertidumbre
de no saber donde termina la realidad.
Una realidad frágil y esquiva que ya
se retira con el sueño de los sensatos
y deja la noche para los viajeros solitarios
que buscamos en las letras y las melodías
el remedio para tantos males propios y ajenos.
La cordura no es invitada para entrar
en esos teatros mágicos donde la vida
es una mezcla de muerte en vida y eternidad.
Un mundo de espejos distorsionados
donde nada se asemeja a ninguna otra cosa
y donde nada es diferente del resto de la existencia.
En suma, un mundo hecho para no escapar nunca
porque escapar significa volver al principio otra vez.

martes

Entropia



Estallaron las entrañas del universo
y donde había un vacío sempiterno
ahora hay fragmentos y escombros
que son testigos del desmembramiento
que muy lenta pero inexorablemente
va degradando la existencia del cosmos.
Somos testigos de como el tejido
que sostiene la trama de la existencia
de todas las cosas reales o imaginarias
se va deshilachando poco a poco
y donde todo lo solido se desvanece
Millones de años que en la cuenta total
no representan mas que un instante
y un momento que paso sin pena ni gloria
Una mota de polvo flotando en el espacio
es el poder de los dioses que la humanidad creo
comparado con la vastedad de misterios
que guarda la infinita existencia que nos rodea.
Todo está llamado a desaparecer eventualmente
y las cosas que conocemos se van a perder
para poder dar lugar a una nueva trama cósmica
que también va a tener que desaparecer
sin que haya dioses ni demonios que lo impidan.

Embrujos literarios y la casa donde pase mi infancia


Secretos que a medias son confesados
y sueños en proceso de ser soñados
se agolpan en ese caos irremediable
que solo la palabra escrita es capaz
de provocar en aquellos lectores
que se atreven a explorar la jungla
de las imprentas y sus dulces frutos.
Aquellos que no temen perderse
en interminables junglas de palabras
buscando el adjetivo perfecto para
poder rotular las emociones que evoca
en ellos la narración en la que navegan
y se contentan con poder salir enteros
cuando la ultima palabra haya sido leída.
Un camino paralelo y cercano al del sueño
pero no tan lejano al de una vida paralela
como para que sea un simple juguete onírico.
Leer un texto implica riesgos mas grandes
de los que el mero formato en papel
nos permite ni remotamente poder imaginar.
Perderse para siempre en las trampas
de una trama ideada para nunca terminar
es solo uno de los tantos riesgos que hay.
Una vez me metí tanto en una historia triste
que tuve que pasar mas de veinte años
para poder escaparme de sus sutiles embrujos
y hasta el día de hoy paso noches preguntándome
si efectivamente pude salir de esa casa maldita.

Las venas del mundo


Todos los ríos son las venas del mundo
y bajo sus aguas se esconden secretos
que datan de mas allá del tiempo mismo.
Su fluir constante lleva la información
de cosas que pasaron hace miles de años
y que vuelven a ocurrir cada vez que el agua
cuenta sus secretos a un nuevo oyente
que esté dispuesto a conocer las historias
que el río tiene desde siempre para contar.
Nuestra vida tan frágil y demasiado efímera
necesita de un cronista que nos inmortalice
a través de un relato sencillo y sin palabras
que sólo el agua que fluye puede cumplir
llevándose un pedazo de nuestras existencias
para que se fundan con el impasible mar.
Los senderos secretos del agua llevan la historia
de todas las cosas que fueron bajo el sol
y las posibilidades de lo que alguna vez pudo ser.
Caminar por la orilla del rio es una buena forma
de viajar mas allá del tiempo y el espacio
en una charla sin palabras con un viejo sabio
que conoce todo sobre nosotros y que seguramente
va a seguir hablando de nuestras cortas vidas
mucho tiempo después de que abandonemos el mundo.

El dolor no me es ajeno todavia



No siento ninguna conexión con el mundo,
me siento desarraigado de todo vínculo
y una profunda tristeza se apoderó de mí
desde que me alejé de las cosas que amaba.
Pasaron meses muy difíciles para mi animo,
haciendo el duelo de las metas no alcanzadas
y los sueños que quedaron sin poder realizarse.
A menudo confundo mi pasado y mi futuro
y salgo mareado a pasear sin tener a donde ir.
Camino por plazas y calles sin un rumbo fijo,
sin tener un lugar al cual considerar solo mio.
No hay un refugio para mi alma atormentada
donde poder recuperarme de todo este dolor.
Una duda existencial que el alcohol no alivia
y horas insomnes acompañadas del humo
de uno de tantos cigarrillos junto a la ventana.
No me siento particularmente motivado ahora
para encarar alguna lucha seria ni ninguna otra.
Recupero lentamente mi aliento antes de empezar
pero me doy cuenta de que me cuesta respirar
en esta atmósfera viciada de recuerdos y dudas
sobre lo que pudo haber pasado en realidad
de haberme podido quedar en lo que fue mi hogar.
No hay mas vuelta atrás y es momento de aceptar
que las cosas pasadas no vuelven nunca mas
y que ahora tengo que encontrar mi sitio en este lugar.
El dolor no me es ajeno mientras veo mi herida sangrar.

Reflexiones de una noche veraniega en el litoral


Artificios y mentiras a la hora de dormir,
una historia dulzona para adormecerse
y dejar que que la noche pase sin novedades.
El reflejo de sentimientos muertos y enterrados
en un cementerio de los suburbios del alma
y una ultima canción escrita para olvidar penas.
Las iglesias solo salvan a los que paguen el precio
que ellas estipulan vale entrar en los cielos de dios
y sus billeteras engordan embaucando ingenuos.
La salvación del alma es un grave asunto financiero
en tiempos donde nadie le regala nada a nadie
y eso de fiar es un asunto digno de la ciencia ficción.
Estrambóticos pensamientos en horas insomnes
que no se conectan sino de manera poco convincente
con nociones de esta tétrica y desoladora realidad.
Leyendo y releyendo viejos textos que nada dicen
que pueda mitigar el dolor de saberme perdido aún.
Miro el techo y las paredes de esta cárcel-habitación
y cuento las horas que pasan sin reparar en mí,
deprimido y sin ganas de levantarme de mi cama.

El devorador de mundos



El tiempo es un devorador implacable,
siempre hambriento y acechándonos
para poder engullirnos con mas facilidad
mientras ni llegamos a ver que pasa.
La casa que tuve ya no esta habitada
mas que por los recuerdos que de ella tengo
y mi corazón sólo sigue latiendo por inercia
en un jardín reseco con arboles muertos.
Las posibilidades de salir adelante se achican
aunque debo admitir que no desaparecen
y el anhelo de vida aún anida en mi ser que
pese a todas las heridas que lo atormentan
y las dudas en largas noches de insomnio,
aun tiene un resto de coraje para entregarse
en las jugadas peligrosas de un esquivo amor.
En la incertidumbre de lo que nos pueden traer
los acontecimientos que todavía no han de ser
y en la espera de un tren que tal vez no venga,
paso los días caminando solitario por calles
de una ciudad que desde tiempos inmemoriales
me estaba llamando para que de ella hiciera
algo parecido a lo que podría decirse mi hogar.
Nuevamente un giro inesperado del destino
me despoja de las cosas que aprendí a querer
para ponerme a prueba y ver de que soy capaz.
Mientras tanto el tiempo sigue con sus andanzas
y silenciosamente cumple con su labor devoradora.

Modelo para armar a base de un corazón roto



La negrura del cielo y la oscuridad
me van envolviendo nuevamente
mientras las ultimas lagrimas caen
en una ceremonia funeraria barata
con trajes de payaso y agua bendita.
La banalidad del sentimiento repugna
y las agujas se clavan en mi cuerpo
que esta exhausto de caminar solo
en medio de tantos bosquejos humanos
que rumian la ultima novedad de la tv,
hipnotizados mientras se encaminan
embobados hacia la muerte y la locura.
No hay nada para mi en esta sociedad,
nada que yo quiera o pueda apreciar.
La barca que yo esperaba ya zarpo
y se perdió en los mares intemporales,
dejándome esta amarga y triste realidad.
No hay nada para mi en las noches soñadas
donde los recuerdos vividos se hacen canción
y donde el dolor encuentra remedio en el amor.
Nadie que espere por mí cuando todo termine
y me de un abrazo tan necesario a mi corazón,
que me haga saber que todo esto valió la pena.

Ramiro despierta ya


Te acostumbraste a lamer las heridas
que el paso del tiempo dejó en tu piel
y reís alocadamente ante la sola idea
de confesar que llorás en tu almohada
pensando en las cosas que quedaron atrás.
Las flores más hermosas valen las heridas
que sus espinas hacen surgir en mis manos,
el recuerdo de esos días que pasamos juntos,
verte hacer surgir la magia de cuatro cuerdas
y ser felices en ese instante solo para nosotros
sin que importara que el mundo fuera a explotar.
El fuego ardiente de pasión de tus rojos cabellos,
las finas lineas y las curvas de tu hermoso cuerpo,
esa sensación de que todo lo malo de mi existir
puede esperar para después cuando te encuentro.
El ultimo beso que me diste es el mejor recuerdo,
al que recurro en los días grises y noches de tormento,
esa tierra prometida en la que nacen mis sueños
y una bella melodía cuando me acecha el silencio.
Mi esperanza es volverte a encontrar una vez más,
correr hacia vos y sin dudarlo poderte abrazar y besar.
Que vuelvan a surgir esas hermosas horas de ensayar
junto a la persona que mas quiero en todo el mundo.
Que pueda volver a tenerte cerca para oler tu pelo,
para que charlemos de la vida mientras fumamos
viendo las estrellas sentados en el patio de tu casa.
Para caminar por las calles de aquel barrio lejano
en cuyas veredas aprendí tus brillos y tus miserias,
y después de todo pude elegir seguir queriéndote igual.
Que mis palabras viajen a donde estés para darte luz
cuando todas las otras luces se hayan apagado ya
y que mi cariño te abrigue en las noches más frías.

Preguntas de un noctambulo solitario



El dolor no se hace esperar
y la herida de mi desilusión
le duele a mi frágil corazón.
Las cartas ya están jugadas
y nuevamente me toco perder
Delicias mundanas y vacías
no llenan mi hueco existencial
ni calman mi inquietud innata
que se apodera de mi cuando
todos ya se fueron a dormir.
Excelsa manera de torturar
a mi agotada y cansada mirada
con fotos de lugares lejanos ya
y de quienes de mi ya se olvidaron
en la amarga soledad de mi derrota.
Me debato en noches insomnes
y tiro una moneda al aire otra vez
viendo como mi suerte me falla
cada vez que con ella quiero hablar.
Recibo golpes mas duros y crueles
de los que mi pobre coraza aguanta.
Un insomnio que no se va con pastillas
y un dolor que la terapia no puede curar,
una existencia carente de motivaciones
y una llaga que no para de sangrar.
Le doy a mis palabras un sentido profundo
y trato de dormir no pensando mas en ella
¿Llegara el día en que pueda remitir mi dolor?
¿Hay esperanza al final del camino para mi?
¿Podre algún día olvidar su rostro al fin?
Pase noches enteras preguntándome eso
y la respuesta otra vez no se quiso presentar,
por milésima noche consecutiva: preguntare.

Tu ausencia



Una solitaria tarde lluviosa se está yendo,
lentamente se muere mientras las gotas
golpean el vidrio de mi ventana una vez más
y las ultimas luces del día se apagan otra vez
para dar paso a una nueva noche vacía de sueños
y enteramente compuesta de horas insomnes
que me van a acompañar nuevamente a navegar
por mares inexplorados y grutas insondables
en la negrura interior de la caverna de mi mente.
Juegos de palabras indescifrables y vientos fétidos
que surgen de las fosas de un cementerio virtual
en el que son enterrados todos los días pensamientos
que no llegan a poder cristalizarse en mi conciencia.
Flores muertas en un florero pasado de moda
esperan en el centro de una mesa oxidada y quebrada
a que aquel comensal que se fue una mañana vuelva
a reclamar las cosas que nunca fueron del todo suyas
para poder cerrar ciclos de pena y abatimiento absurdo.
Una indescriptible atmósfera se cierne sobre todos
y el olor de la podredumbre se adueña de las casas,
barrios deshabitados y basura en las calles ruinosas
dan el tono de este cíclopeo cementerio de la urbanidad
en donde las tumbas son las únicas regentes verdaderas
en medio de los abigarrados y retorcidos callejones vacíos.
Trato de concentrarme para no perder mi precario equilibrio
y brindo una vez mas por aquellas ilusiones que se fueron,
que muertas y enterradas yacen en un rincón de mi mente,
le dedico una ultima sonrisa al verdugo que viene a matarme
y canto una canción cuya melodía aprendí de memoria
cuando la infancia estorbaba la triste realidad que me rodeaba.
Siempre es temprano para tomar otro trago del vino del olvido
aunque nunca es suficiente para poder olvidar tu ausencia.