jueves

Tu tiempo y el nuestro son una muerte seca

Obsesivas horas que se escapan
al poniente de días amargos perdidos,
laminas de cristal secadas al sol
de una dicha pasada de moda y rancia.
Cucarachas bailan sobre las ruinas
de un holocausto nuclear interno
que devora con su fuego ácido
las emociones vivas de este bicho.
Los días se acortan y la cuenta regresiva
sigue su inexorable marcha hacia el fin,
ese fin del mundo que tanto aterra a todos,
esas ultimo aliento final en hospitales
que dicen todos los pacientes terminales,
un ajedrez de inmejorable mal gusto,
sopas pútridas al por mayor en tu plato,
gatos envenenados en el parque centenario,
un pájaro que canto hasta morir devorado
y tu sombra que te sigue por todos lados.
Solo falta una hora para nuestra muerte
y tu almuerzo esta en la mesa olvidado.