sábado

Indicios de un nuevo insomnio


La noche se cierra lentamente,
una brisa imperceptible susurra
mientras las ultimas luces del día
van desapareciendo de a poco
y le ceden su lugar a la noche.
Viendo la tarde irse de nuevo,
desde el lugar en que me refugio,
donde tengo mi guarida del mundo.
Las palabras dichas y las que callo,
los textos dichos sin ser escritos
y las muecas escondidas en mi,
son los testimonios de una duda
que cada vez que la tarde se va
carcome lo poco que queda de mi.
La quietud de las cosas que me rodean
y ese silencio que se posa a mi al rededor,
postales de una nueva jornada en soledad.
Las cosas escritas y dichas por mi quedan
en la retina de gente que ya no esta mas
y que eligió alejarse de mi en silencio.
Dolores en el alma difíciles de curar
y heridas que son como cicatrices del cuerpo
que periódicamente sangran y duelen.
Espejos cubiertos de polvo y olvidados
en los que mirarse ya resulta imposible
y viejos trajes olvidados en alguna parte
de la que nadie sabe si alguna vez volveré.
Las luces yéndose lentamente un día mas,
nostalgias de tardes ya marchitas y olvidadas,
tardes nostálgicas viviendo de recuerdos muertos
y la angustia de saberme borrado y extinto.
Saberme prescindible por la gente que ame,
correr hasta cansarme y no llegar nunca
mas allá del circulo de soledad que me rodea,
evidenciar falta de talento en las relaciones
y odiarme y despreciarme otra vez por ello.
Circulo vicioso del que me cuesta salir,
desventajas en las cuestiones importantes
y un sentimiento de culpa que me humilla.
La noche recién empieza y nuevamente se
que sera difícil dormir en horas adecuadas.