sábado

Un escrito necesario pero carente de lectores.

 Resulta ocioso decir mas cosas por acá,

elegí callar para evitar mas problemas

porque cuando uno es dueño de su silencio

no tiene que rendir cuentas a nadie mas.

Cometí errores evitables y fui ruin también,

herí a gente que no lo merecía y lo pagué...

en cierto sentido sigo pagando algunas deudas.

Despreciado no siempre de manera merecida

aunque muchas veces también sobrevalorado

fue el modo en que se dio mi andar por el mundo.

Un mundo en el que a pesar de todo lo hecho,

no encuentro un lugar al cual llamar mi hogar,

un frio penetrante en mis manos y la vista se nubla

porque siento dolor por quienes se fueron lejos,

porque soy un solitario que no sabe estar solo.

No hay ser sobre la faz de la tierra que me desprecie,

que sienta tanta repugnancia y asco de mi que yo.

Al fin y al cabo no es mi intención disculparme

porque las cosas hechas no se pueden deshacer,

soy perfectamente consciente de que hice mucho mal

y que no hay excusas o razones que mitiguen eso,

porque siempre supe lo que hacia y aun así lo hice.

miércoles

Renuncia y final del asunto.

Mis palabras ya no salen como antes,
mi pensamiento esta estancado y vacío,
mientras miro todo a mi al rededor
y descubro el derrumbe de todo lo que ame.
Me hiere los ojos una luz despiadada
que hace que me sangre ver lo que me rodea
y aun así creo que puedo salir adelante.
Soy el capitán de un barco que se hunde
en la negrura de noches exóticas en la mar,
al borde de selvas crueles e indiferentes
donde los huesos de mis recuerdos amados
se queman y se corroen con el pasar de los años.
Busco consuelos en lugares execrables y malditos
donde no hay mas que palabras vacías y confusión,
donde el dolor mora como rey absoluto y único,
en calles asfaltadas de buenas intenciones truncas
y en una tierra cada vez mas inmunda y falaz.
Veo que las cosas que construyo con mis manos
se desmoronan sin dejarme nada a que asirme
cuando el abismo se cierne ante mi presencia
y las canciones que antes disfrutaba me aburren.
Cuando el cielo se torna de color rojo por mi sangre
y mis manos se rompen en mil pedazos al abrirlas.
Veo un panorama de tristeza y desolación irreparable
en el medio de los escombros de lo que alguna vez,
lo que alguna vez pudo haber sido mi corazón.
Renuncio desde hoy a intervenir nunca mas en esto,
desde el momento presente solo esperare mi muerte.

martes

A titulo de frustrada despedida

 


Ya no quedan ilusiones tras tu despedida,

ya no hay nada mas que yo pueda desear

o que me pueda hacer mínimamente feliz.

Te llevaste mis sonrisas al irte de pronto,

sin poder despedirte de mi esa ultima vez

y ahora contemplo los escombros de mi dicha,

de esas noches que charlamos y reíamos

aunque fuera desde la distancia te sentía cerca

y todavía podíamos saber lo que el otro pensaba,

podíamos estar conectados de una forma intensa

aunque nunca antes nos hubiéramos visto.

Salen lagrimas amargas al saber que ya no mas,

que a partir de ahora vas a ser solo un sueño

que nunca se llego a concretar en la realidad,

que vas a ser una nueva promesa a olvidar

y que tu nombre va a poblar los tristes pasillos

de un corazón que nuevamente no tiene hogar.

Ojala fuera mas facil echar todo por la borda y olvidar,

que tu cara y tu nombre no me hirieran con tanta facilidad.

lunes

Derechos de admisión y permanencia en los suburbios de mis recuerdos

Desde hace mucho tiempo que no hay nada,
nada que valga la pena realmente para mi.
Una milésima parte de las cosas del mundo
son las pocas que me interesan realmente,
un mundo cada vez mas reducido y compacto
donde hace años que ya nadie viene a verme.
Las ilusiones de otros tiempos atrás quedaron
y el frio invierno que siguió arraso con todo,
ya no quedan vestigios de quien alguna vez fui,
de los sentimientos de un corazón que se cerró
porque cada vez que alguien entraba rompía todo.
Tiempo de reflexión y de reconstrucción lenta
que haga de nuevo de mi ser un espacio limpio,
donde valga la pena invertir tiempo y cariño.
Cuando llegue el momento será cuestión de ver
quien realmente puede ser bienvenido a pasar
y quien se deberá quedar afuera de aquí en mas.

martes

Últimamente me cuesta mucho escribir


Tiempo de cerrar ciertas puertas con llave
y volver a los caminos transitados por años,
desapareciendo lentamente de donde solía estar
y volviendo construir a partir de lo recuperado.
Han pasado demasiados años desde la ultima vez
que pude hacer lo que realmente amo y disfruto,
mucho tiempo escondido bajo la tierra húmeda,
esperando el momento indicado para poder salir.
Tanto tiempo ha pasado que ahora me paralizo
y no entiendo muy bien que movimientos hacer,
un letargo tan largo deja sus huellas en mi ser.
Así que finalmente me siento un hombre roto,
y no creo que esta vez pueda tener arreglo,
pero eso poco importa porque no se trata de eso
sino de seguir caminando aunque las heridas duelan.
El mundo sigue su camino indiferente a quien cae,
sin mostrar consideración alguna para con la debilidad,
el fracaso, la duda o el mero hecho de temer,
no hay espacio para el dolor o la misericordia hoy,
no hay lugar para frases hechas ni para diplomacia,
lo mejor es poder vivir para contar cada día de vida,
sin confiar en ninguna persona salvo en uno mismo
y evitar ante todo abrir el corazón a ninguna persona
si uno no quiere salir mas herido de lo conveniente.
Después de todo nadie es digno de ese honor
y no hay en la tierra quien valore esa clase de cosas.

Tiempo pasado que no se quiere ir aun...

Se borran las fronteras entre la realidad,
toda distinción entre los sueños y la vigilia
pierde de a poco su probable significado
y entonces es cuando los recuerdos se nublan.
El escaso valor argumentativo de los hechos
se empieza a evidenciar inexorablemente
mientras la propia realidad del pensamiento
se deja ver tras un velo de aparente calma
en la que nadie sabe que se espera para mañana.
Peleando con ciertas desventajas fácticas
a la hora de tratar de borrar los recuerdos
que ofrecen un incomodo espectáculo a mi mente,
aggiornando los argumentos para poder ganar
una partida en la que todas la piezas son rivales,
tratando de mantener la calma mientras me quemo.
Un voraz incendio que me consume lentamente,
busco en vano una mirada tuya en mis recuerdos
y escapo como de la peste de pasar por lugares
en los que hayamos estado juntos alguna vez.
Temo encontrarte por casualidad en las calles
y tener que dejarte pasar sin poder decirte nada,
una lucha interna entre querer hablarte y dejarte ir.
Una incomoda situación que ya se dio dos veces
y el amargo sabor de saber que te tenia que dejar ir
sin poder decirte ni siquiera una sola palabra,
aunque hubiera sido tan solo un formal saludo.

miércoles

Demasiadas cosas que no se como expresar

Hace demasiado tiempo que no hablo,
es que sinceramente no tengo que decir.
El tiempo no fue tan generoso en estos días
y el fracaso de mis vínculos con el mundo
se va haciendo de modo claro mas evidente.
Tantas cosas que pasaron por mi vida
y de todo eso no me queda prácticamente nada.
Me encuentro desorientado y a veces abatido
por saber que las cosas salieron mal 
y que no tuve la inteligencia para remediarlo
cuando tuve la oportunidad en su momento.
Generalmente no estoy de humor para nada,
el mismo placer macabro en dañarme a mi mismo
en una espiral de jornadas solitarias junto al rio,
viendo caminar a parejas y grupos de amigos,
sabiendo que no pertenezco a ningún sitio.
Soy el que mira y ve sin ser mirado o visto,
aquel que pasa inadvertido en las multitudes,
que no tiene quien lo llame y lo haga sentir
que tiene un sitio donde el es bienvenido.
Oscurece en la quietud de otra tarde veraniega
y los minutos corren con su habitual indiferencia,
los recuerdos se ponen fuera de mi alcance
y las noticias buenas brillan por su ausencia.
Llega el momento en que me pregunto
si algo de todo este embrollo valdrá realmente la pena