viernes

Un dia mas en el alejamiento total de mi mismo y de todo lo que me importa en el mundo.

El aire nostálgico del día se hace sentir
en pequeños pero importantes detalles,
ciertas palabras y guiños del destino
que me llevan a sitios que me fueron gratos
y recuerdos de jornadas que se fueron
dejando una estela de autentica felicidad.
El sol entra por la ventana y me anima,
siento como el tiempo va limpiandome
y se va renovando el tablero del juego,
aparecen nuevas reglas y formas de ver
y un breve pero emotivo silencio es suficiente
para recordar que la vida sigue su curso
y que no se puede vivir de recuerdos oxidados.
Unas ganas de renovarme por dentro
y de salir a buscar nuevas aventuras afuera,
de salir de mi encierro interior y mostrarme
en el mundo tal como un dia lejano lo hice,
y de explorar una pequeña porción del mundo
haciendo las cosas que me gustan y disfruto,
dandome el tiempo para intentar ser feliz
y arriesgarlo todo en el juego de la amistad.
Un encierro distinto del que nos tiene a todos
es el que mi mente tiene que derribar primero,
un encierro simbólico dentro de mi mismo
que no me deja mostrarme a quienes me rodean
y me hace ver como un solitario empedernido
cuando en realidad al igual que todos los demás
soy una persona que necesita afecto y cariño.
El sol se va lentamente y cierro la ventana,
la noche se cierra sobre el mundo otra vez
y mis reflexiones me encuentran otra vez
pensando en una amiga que decidió alejarse,
la veo irse y guardo silencio, sabiendo muy bien
que la responsabilidad de que se vaya es solo mia.