lunes

Ciudades muertas


El frío se cuela hasta mis huesos
y llevo a cuestas los remiendos
y los trozos de mi corazón destrozado.
Las calles se alargan, se hacen eternas
mientras veo mis esperanzas morirse
y se van sin que yo las pueda salvar.
La noche se acerca y me lleva de nuevo
por callejones de insomnio y soledad,
un dolor que la bebida no puede curar
y una angustia que el tabaco no mitiga.
Me gasto las horas buscando motivos
para sacar esa espina que llevo clavada
y las cicatrices me duelen aun mucho mas.
Paseo como sonámbulo entre los vivos
mientras me siento mas cómodo entre muertos,
difuntos que salen de sus tumbas y regresan
a lejanas tierras de las que nadie sabe demasiado.
Los diarios ya tienen su noticia en otro lado
mientras el viento me hace recordar otra vez
que la vida no es mas que una muerte postergada,
que nacemos y morimos en la mas cruda soledad
y eso es lo que me queda después de días de vagar,
solo en las ruinas de esta ciudad maldita e innominada.

jueves

Noche Viajante

Una calle silenciosa y la noche,
vagabunda solitaria y triste;
se sienta bajo la luz mortecina
de un lejano y melancólico portal.
Días que pasan como copias baratas
de otros pasados remotos y olvidados
en un mar de momentos dolorosos.
La lluvia se lleva amarguras viejas
y da nacimiento a una primavera nueva,
donde las flores marcan el inicio
de nuevos sueños y esperanzas
para esa vagabunda que es la noche,
que cansada de tanto viajar en soledad,
busca un refugio en mis palabras.
Que diariamente se sienta en mi portal
y espera que salga otra vez a acompañarla.