sábado

Insomnio violento


Madrugadas de insomne peregrinación,
miro por la ventana y la fría luz de la luna
invade todos los rincones de mi cansancio.
Trato de buscar alguna forma de aliviarme,
miro los restos de un corazón que fue mio,
mas no me entristezco sino que canto.
Como un loco enfurecido salto y doy vueltas,
me río con fuerza de mi propia destreza,
dando vueltas y haciendo mas piruetas.
La noche es joven y no hay tristeza en mi,
una loca y enceguecida alegría busca salir.
La alegría irónica de que nada importa ya,
de que nada vale la pena en ningún lugar,
ni amores ni odios por los cuales luchar.
El vino esta servido y amargo es su sabor,
voy a apurar la copa de una vez para siempre,
no quiero que vean mis lagrimas al caer.
Tiro mi futuro a la suerte y espero no verte mas,
no quiero caerme del cielo aunque no me caes mal,
dije que no lloraría aunque voy a llorar igual,
dejare que me beses la frente antes que te vayas.