una nube que cubre mis facciones
y me hace aparecer como una niebla,
un ente imposible de poder definirse
y una cara totalmente carente de interés
que pasa inadvertido entre la multitud
y se pierde en las brumas del olvido
en las horas oscuras del día siguiente.
Un oyente de historias de terceros
que desaparece en el trasfondo de la trama
y se pierde en las sombras intrincadas,
ignorado y olvidado cuando no temido.
Portador de una luz extraña que quema
a quien tiene la responsabilidad de llevarla,
atormentado por temer a las personas
y al mismo tiempo querer su compañía.
Aspirando a convertirse en menos invisible
pero temiendo el riesgo que eso apareja
se debate entre el odio ciego hacia si mismo
y las heridas dejadas por una persona amada.
Sentir la herida sangrando y querer huir
antes de que sea demasiado tarde para remediar
el hecho de saber que la persona que amo
esta mas allá de donde yo puedo llegar.
Soy invisible a los ojos de muchas personas
y eso es algo con lo que puedo llegar a lidiar,
mas cuando me entero que paso inadvertido
frente a esos ojos en particular, se me parte el alma.
Un dolor agudo con el que tengo que convivir
ya que el dejar de lado las sombras equivaldría
a tener que perderla sin tener que mirar atras.
