fantasmas a
la vuelta de la esquina,
tercia el
asfalto de una madrugada,
casas
iguales en barrios repetidos.
Un sordo
dolor en la zona del pecho,
una
dificultad que me impide seguir
como si mi
respiración se dificultara.
Trato de
dormir a pesar del insomnio
y me
despido de otro frío invierno
bebiendo la
amarga copa de olvidos
que
inadvertidamente me deja solo
esperando
un milagro que no llegará.
En el
conocimiento de mi no existir,
solo en una
parada desierta de colectivo.
Un viaje
que no quisiera tener que hacer,
un boleto
que no tiene destino escrito.
Calles
adoquinadas de dolor y muerte,
baches de
colores alegres en la cinta gris,
con el vaho
de malos recuerdos perdidos,
olor a
aceite de motor y basuras tiradas
en una plaza a
oscuras en medio de la noche.
Trato de
pensar en lo que tengo que hacer,
mas mi
mente se obstina en emblanquecer,
el viaje se
termina y nadie sabe donde voy.
Un día más
en la vía de escape a ningún lado,
una muerte
más en vida en estos días aciagos.