sábado

Dentro del corazón

Universo de confusas sensaciones
que barren mi precaria estabilidad
y me empuja por sendas inexploradas
en la intrincada madeja de sentimientos
que pone a flor de piel mi  atribulado corazón.
Estando presente y no al mismo tiempo
en los lugares donde usualmente me dejo ver,
ausente con aviso de las cosas del mundo
que hoy por hoy hace de marco general
a la trama que conforma mi día a día.
Soledad que se siente de manera ambigua,
sin terminar de odiarla pero sin desearla
que hace que mis idas y venidas diarios
pasen inadvertidos ante la vista de los demás.
Una tristeza y una pulsión  incomoda
que me recuerdan que a veces es mejor
mantener bien cerrada la boca y no hablar.
Siento la carga de la culpa y el abatimiento
de no saberme expresar de manera adecuada,
la soledad es el premio de tal notable hazaña.
El daño ya fue hecho hacia una persona querida,
no me queda mas que dar la vuelta y alejarme,
dejar otra vez a alguien querido en mis recuerdos.
Queda dentro del corazón el sabor amargo,
la desdicha de saber que fue mi culpa lo ocurrido
y la rabia de ver mi cara al espejo y desear
poder golpear esa faz detestable con fuerza
y barrer esa estúpida expresión de tristeza,
ganas de poder cambiar la matriz torcida en mi,
que hace que me sea tan difícil poder socializar
y que causa que mi soledad sea la compañía
que con mas frecuencia me viene a visitar
cuando me quedo solo en estas cuatro paredes.
Dentro del corazón me queda la infelicidad
de saber que me siento distinto a lo que quiero ser
y tan pero tan lejos de las cosas que puedo lograr.