recorro y
sorbo los sabores que me regala,
la inspiración
viene a visitarme
cuando todas las luces se apagan.
cuando todas las luces se apagan.
Recorro el
filo acerado de las horas
que pasan
indiferentes a mi dicha o mi dolor,
colecciono fotos
y recuerdos varios,
recortes de
un diario de un día que pasó.
La musa es
caprichosa y no se deja ver
mas que
cuando todos se fueron a dormir,
oigo sus
pasos acercarse y cierro los ojos.
La memoria
como bodega de un galpón vacío,
las ansias de un nuevo día que va a llegar
las ansias de un nuevo día que va a llegar
devoran todos
mis pensamientos y deseos.
El viento
me golpea en la cara al caminar
y siento el
frío crujir de las hojas en el suelo,
horrible sensación
de desasosiego me invade.
La certeza
de saber que no hay donde dormir por hoy,
devoro con
ansiedad hasta mi último aliento,
voy desaliñado,
mal dormido y macilento.
Los días
vienen y van y se llevan mi esperanza
y me dejo
llevar a un país que no esta en ningún lugar
donde los días
no pasan y el tiempo esta quieto.
Me levanto
en estado somnoliento y miro el amanecer,
camino por
las calles vacías hasta la estación del tren,
ya no hay
escape posible, ya no hay a donde ir.
Una sensación
que me oprime el pecho
y me obliga
a sin rumbo por las calles vagar.