sábado

Dentro del corazón

Universo de confusas sensaciones
que barren mi precaria estabilidad
y me empuja por sendas inexploradas
en la intrincada madeja de sentimientos
que pone a flor de piel mi  atribulado corazón.
Estando presente y no al mismo tiempo
en los lugares donde usualmente me dejo ver,
ausente con aviso de las cosas del mundo
que hoy por hoy hace de marco general
a la trama que conforma mi día a día.
Soledad que se siente de manera ambigua,
sin terminar de odiarla pero sin desearla
que hace que mis idas y venidas diarios
pasen inadvertidos ante la vista de los demás.
Una tristeza y una pulsión  incomoda
que me recuerdan que a veces es mejor
mantener bien cerrada la boca y no hablar.
Siento la carga de la culpa y el abatimiento
de no saberme expresar de manera adecuada,
la soledad es el premio de tal notable hazaña.
El daño ya fue hecho hacia una persona querida,
no me queda mas que dar la vuelta y alejarme,
dejar otra vez a alguien querido en mis recuerdos.
Queda dentro del corazón el sabor amargo,
la desdicha de saber que fue mi culpa lo ocurrido
y la rabia de ver mi cara al espejo y desear
poder golpear esa faz detestable con fuerza
y barrer esa estúpida expresión de tristeza,
ganas de poder cambiar la matriz torcida en mi,
que hace que me sea tan difícil poder socializar
y que causa que mi soledad sea la compañía
que con mas frecuencia me viene a visitar
cuando me quedo solo en estas cuatro paredes.
Dentro del corazón me queda la infelicidad
de saber que me siento distinto a lo que quiero ser
y tan pero tan lejos de las cosas que puedo lograr.

martes

Descenso

La quietud de la noche me atrapa
y el sueño se resiste a venir hoy
mientras elaboro estas lineas ausentes
pensando en lo bueno que sería  
ser capaz de desaparecer del mundo
sin dejar heridas absurdas y evitables
en la poca gente que se acerca mí.
Arrastro las horas nocturnas escribiendo
y narro cosas que no vienen al caso,
mientras debato conmigo en silencio
el empezar a dejar vicios y malos hábitos
que redundan en esta insularidad aburrida
en la que las playas de mis contornos
son evitadas por cuanta persona que pasa.
Inseguridades y reclamos de un ego herido
que hacen que el menú del día siempre sea
un almuerzo y una cena tristes y solitarios
donde el sabor de la comida es acartonado
y los sentidos embotados y casi extintos
no me dejan ver con claridad el camino a seguir.
Caer al suelo y después volver a levantarse
es algo que le cuesta el doble a un espíritu
que tras perder varias batallas está cansado.
Miro a mi al rededor con ojos casi ciegos
que no alcanzan a ver ni la mitad de lo existente
y a manotazos al aire intento avanzar nuevamente,
tratando de no tropezar con mis torpezas,
esas que me salen de la galera casi siempre
y me alejan de las personas que aprecio.
Una habitación a oscuras y un teléfono silencioso
son los únicos testigos del oficio de escribir
que en estos momentos despliego de manera torpe,
casi tropezando con las palabras y borrando cosas
para volver a reescribir cada renglón nuevamente,
hasta que el amanecer me sorprenda otro día
durmiendo sobre el teclado con un escrito a medias,
a medio curar de viejos dolores que vuelven siempre.
Siempre se puede caer mas bajo en la vileza,
siempre se pueden perder amistades que aprecio
y dejar en evidencia que valgo cada vez menos
que la mismísima bazofia inmunda que estoy escribiendo.

lunes

Confusión


Los ojos apagados y la mirada esquiva,
el andar pausado y la sonrisa ausente,
una entidad que caminando solitaria
al borde de la cinta de asfalto ennegrecido
que da pasos silenciosos en el ocaso.
Una variedad de frases cansadas y grises
que todo lo envuelven mientras avanza
con paso medido lejos de las miradas
y se concentra en salir vivo cada mañana.
Una calavera sonriente es lo que tiene,
y una figura fantasmal y delgada
que lo hacen invisible en las tardes soleadas,
desgarbadamente camina entre los paseantes
y esquiva golpes que la vida le depara.
Camina como ausente entre la muchedumbre,
y saltea las veredas mas frecuentadas
porque en el fondo teme y a la vez desea
la compañía de mucha de esas personas
con las que comparte días y actividades comunes.
Lleva consigo un problema al relacionarse
y cada tanto hace que las personas que quiere
se terminen alejando de su lado y lo dejen solo.
Ayer lo vi pasar a mi lado por la calle de mi casa,
caminando despacio, con la mirada perdida
en pensamientos amargos y una mirada triste.
De seguro iba para el lado del río donde se muy bien
que le gusta contemplar los atardeceres solitarios,
mientras el sol lentamente va desapareciendo
en el horizonte, allá en la orilla de en frente.
Sus pasos se van alejando lentamente de mi,
y escucho su respiración pausada y el brillo
que en sus ojos delata la presencia de lagrimas.
No tengo la menor idea de porque se estas cosas,
simplemente las cuestiones cotidianas de una ciudad
que no tiene nada de diferente a cualquier otra
en un mundo acostumbrado a vagar solitario
en medio de la indiferencia y de la desmemoria.

domingo

Confrontación

Esos extraños pensamientos me asaltan
y una duda viene a convivir conmigo
mientras los últimos vestigios del fuego
que iluminaba mi vigía nocturna se apagan
y cierro los ojos mirando hacia la nada.
Mi mente turbada por el golpe inesperado
trata de buscar alternativas para responder
de una manera mas o menos calmada
a los improperios que la ignorancia reinante
se dedica a ofrecerme en cantidades industriales,
de "músicas" horripilantes y sonidos discordantes
de gente jugando a ser artistas populares
mientras cantan letras denigrantes y evasivas
donde el futuro se torna cada vez mas desesperante.
Reino de la barbarie cotidiana hecha mercancía,
vendida en forma de canciones y vídeos iguales.
En un mundo de modas idiotas en redes sociales
donde la ultima palabra la tiene un cantante
que es muy dudoso que haya leído en su vida
mas que las paginas de la revista que lo entrevistó
y mas dudoso aun que si quiera eso haya entendido.
Me saco los oídos cuando voy a comprar algo,
me pongo auriculares para poder andar por la calle
y aun así la plaga me persigue y me invade.
Al fin y al cabo el mal gusto es masivo hoy en día
y ser vulgar y repetitivo es la palabra sagrada
si se quiere triunfar en las artes de la actualidad.
Podría elegir tomar ese rumbo pero sólo a cambio
de renunciar a ser quien soy en realidad...
y eso por mi parte, no es algo que vaya a pasar.

sábado

Reminiscencia

Una puerta se cierra y se abre,
tal vez mecida por el viento salvaje
de una noche primaveral lluviosa
que barre los restos que quedan
del aun agonizante ultimo invierno.
Una casa silenciosa y solitaria
que es devorada por los espíritus
que habitan las noches sin luna,
testigo de mi magra fortuna amorosa
y de mis tribulaciones en las madrugadas
en torno a lo difícil que es quererme.
Ventiscas que abren panoramas tenues
y sombras acechando a cada paso dado
son el corolario de un arco iris apagado
que murió sin penas que contar olvidando.
Magistrales muestras de respeto al pasado
y una terca obstinación por seguir aferrando
manos que en el pasado ya se retiraron
y que mas de una vez me fallaron.
Escupo palabras oxidadas y melladas
en medio de papeles incendiarios almidonados
y me río de las peripecias de mi corazón
que siempre encuentra excusas para llorar
cuando las luces del día se mueren en el estío.
Tardes que paso caminando a la vera del río,
de cara a sus aguas y de espaldas al mundo
mientras mi mente se deja llevar por las aguas
que forman el caudal de mi caprichosa memoria
buscando días alejados que ya no están aquí,
añorando viejas calles y plazas con aviones,
de un lugar del que me costo tenerme que ir.
Arrinconado por esta reminiscencia quemante,
busco la luz en mis nuevos y verdes parajes
y camino a la vera del río para lograr olvidar
o recordar de una forma menos punzante
las cosas que alguna vez tuve y ya perdí
para no descuidar las cosas que gane ahora
que son tan valiosas como las que tenia antes.
Que la memoria no sea solo una excusa
para tener ante mi presente una actitud cobarde.

domingo

Poesías urbanas y vencedores vacíos

Involuciones aplaudidas y celebradas,
la vulgaridad presentada como poema
pocas mentes creativas suben a la tarima
donde las groserías son consideradas desafío
y los gritos como la única manera de expresar
que uno siente enojo o lo corroe el odio.
Poemas acartonados y tan repetitivos
de gente muy exaltada pero no talentosa.
Personas que quieren gritar al mundo su verdad
pero que carecen del estilo que hace falta
para poder expresarlo en forma de poesía.
La banalidad de frases que rozan lo ridículo,
imágenes literarias mal aprendidas y aplicadas
en medio de los aplausos de la muchedumbre
que gusta de ese estilo urbano de bajo vuelo
donde lo cotidiano y el mal empleo de palabras
son considerados la mejor virtud al recitar.
Mis intenciones no tienen por norte un premio,
mas no desprecio ninguna tribuna posible,
desde la que pueda dar a conocer mis palabras,
un lugar donde pueda encontrar retadores
que me obliguen a mejorar mis obras y palabras,
donde encuentre y supere mis propias limitaciones.
Aplaudo contento a la gente talentosa que encuentro
y celebro la oportunidad de poder ser escuchado
por esas perlas dispersas en el mundo literario,
tan escasas como lo es el talento en estos tiempos.
Vuelco mis versos y algunas rimas en el escenario
y confío en la fuerza de mis palabras liberadas,
mas no para rodearme de premios y galardones,
solo quiero alimentar el río de valiosa literatura
en el que desde que tengo memoria me adentre
y en el cual siempre encontré la satisfacción de ser
un ser viviendo varias vidas simultaneas y diferentes
cada vez que la tinta impresa en una pagina lo llama.