domingo

Una tarde de domingo y un mensaje final.

El sabor del día se volvió amargo,
pocas palabras que encerraban
un significativo mensaje de despedida
y un ciclo que finalmente se cierra.
No hay dolor en tu ausencia desde hoy
y el dolor desaparece lentamente
mientras voy asimilando los hechos,
un derrame interior que va remitiendo
y una grieta que lentamente se cierra.
Una despedida amarga y sin más
que con unas pocas palabras me dejaste.
Una parte de mi ya sabía la verdad,
la angustiante y jodidamente triste realidad.
Es difícil aceptar que te tengo que dejar ir,
no podía con la idea de simplemente desaparecer
pero la verdad se hace presente finalmente
y ahora veo todo con mas claridad,
saber la verdad no equivale a la felicidad,
la verdad puede ser amarga y muy dolorosa
pero siempre es lo único que finalmente perdura,
por fin y en la soledad de los pensamientos
uno se encuentra cara a cara con los fantasmas
de hechos que salen detrás de las apariencias
y nos demuestran que nadie escapa a la verdad.