lunes

Confusión


Los ojos apagados y la mirada esquiva,
el andar pausado y la sonrisa ausente,
una entidad que caminando solitaria
al borde de la cinta de asfalto ennegrecido
que da pasos silenciosos en el ocaso.
Una variedad de frases cansadas y grises
que todo lo envuelven mientras avanza
con paso medido lejos de las miradas
y se concentra en salir vivo cada mañana.
Una calavera sonriente es lo que tiene,
y una figura fantasmal y delgada
que lo hacen invisible en las tardes soleadas,
desgarbadamente camina entre los paseantes
y esquiva golpes que la vida le depara.
Camina como ausente entre la muchedumbre,
y saltea las veredas mas frecuentadas
porque en el fondo teme y a la vez desea
la compañía de mucha de esas personas
con las que comparte días y actividades comunes.
Lleva consigo un problema al relacionarse
y cada tanto hace que las personas que quiere
se terminen alejando de su lado y lo dejen solo.
Ayer lo vi pasar a mi lado por la calle de mi casa,
caminando despacio, con la mirada perdida
en pensamientos amargos y una mirada triste.
De seguro iba para el lado del río donde se muy bien
que le gusta contemplar los atardeceres solitarios,
mientras el sol lentamente va desapareciendo
en el horizonte, allá en la orilla de en frente.
Sus pasos se van alejando lentamente de mi,
y escucho su respiración pausada y el brillo
que en sus ojos delata la presencia de lagrimas.
No tengo la menor idea de porque se estas cosas,
simplemente las cuestiones cotidianas de una ciudad
que no tiene nada de diferente a cualquier otra
en un mundo acostumbrado a vagar solitario
en medio de la indiferencia y de la desmemoria.