la melancolía de cosas perdidas
viene a buscarme cada noche
y el insomnio y la soledad son
mi nocturna compañía aquí.
Noches de recordar el pasado
y a personas que ya no están,
los días se alargan demasiado
y las noches son tan silenciosas,
como si todos se hubieran dormido,
todos menos yo que sigo mirando,
sigo observando el cielo estrellado
y las nubes que pasan frente a mi.
Ya perdí la cuenta de amistades perdidas
y de gente a la que aleje de mi lado.
El errante solitario sigue su marcha
y busca su lugar propio en otro lado.
