Palabras inflamadas de quebranto,
las peripecias de no valer demasiado
en un mundo donde lo barato sale caro
y los ojos húmedos se cotizan al por mayor.
Paradoja insostenible de auto odios controlados
y amores esquivos en la madrugada mas fría.
Restos refritos de un corazón destruido
y danzas macabras en torno a la televisión
que nos promete la salvación de nuestro ser
a cambio de renunciar a sentir y pensar,
a cambio de renunciar a la vida en libertad.
Mundo acartonado y mugriento de publicidad,
donde la apariencia domina todo el escenario
y la personalidad y la originalidad son basura.
Copias baratas y copias caras de una copia mayor
en misas donde se idolatra la superficie hueca.
Toneladas de cemento para poner en mis zapatos
y una falsa sonrisa para disimular que los odio,
que desprecio todo lo que ustedes simbolizan,
que odio sus caras falsamente felices y alegres,
que desprecio sus valores hipócritas y desfasados.
Que me retuerzo de odio al ver sus miradas
de condescendencia y de desprecio a lo que soy,
con sus consejos idiotas sobre como puedo ser
para algún día futuro poderles llegar a agradar.
Siento asco por sus valores y sus apologías,
siento lastima de sus ilusiones de bien estar
y siento odio por su estúpida y hueca vanidad.
Me atraviesa el corazón cual cuchillo oxidado
que piensen que realmente quiero ser como ustedes.
