jueves

El Cementerio II

La paz de un paseo por el cementerio
me sienta mucho mejor que lidiar
todos los días con los vivos en la ciudad.
Los muertos no molestan ni hablan de mas,
ellos hacen lo suyo y a mi me dejan estar.
Jamas me desvalorizan ni se burlan de los demás,
hay un pacto entre ellos y mi andar
Los verdes jardines y la soleada tranquilidad
de un paseo solitario sin explicaciones que dar.
Suelo ir por el mismo camino cada semana,
los domingos por la mañana son especiales
para una caminata sin noción de utilidad,
sin un motivo que le de valor ante nadie,
solo el hecho de poder andar sin mas,
por el simple gusto de poder ir a caminar
sin charlas vanas ni ruidos molestos
ni gente a la que tener que esquivar.
Las lapidas y las bóvedas tienen mucho,
pero muchísimo mas para decirme
que ciertas personas que me rodean
y que no valen para que en ellos yo gaste
ni mis palabras ni mi tiempo inútilmente.
Todos los domingos se va mi alma de paseo
hacia el lugar que los mediocres temen
y donde los solitarios encontramos refugio.