sábado

Las multitudes me ahogan

La ciudad respira soledades
en las madrugadas perdidas,
en calles silenciosas y frías,
con el viento arremolinando
los papeles y restos de basura.
las calles silenciosas y vacías
son un prodigio digno de apreciar,
una joya bastante poco frecuente
en estos días de agitada urbanidad.
el silencio me ayuda a pensar mejor
que esta sociedad de automatas
que nacen, viven y mueren cada día
sin ver mas allá de sus grises vidas.
el individuo se ahoga en la masa
y si se descuida matan su humanidad,
en medio de canciones mediocres
y programas que venden falsa felicidad.
un día mas de resistencia para ser yo
en medio de tanto tonto útil y falsario.