jueves

Ella se sigue riendo con fuego

Pasan los años y ella esta siempre
en mi corazón terco para olvidar,
su risa es un fuego luminoso
capaz de derretir glaciares enteros,
su enojo es tormenta despiadada.
Su presencia es mi alegría pura,
su ausencia una herida que no cura.
Pensamiento primero al despertarme,
viaje sin retorno a ninguna parte,
huellas en la arena que el mar borro,
castillo de naipes que nadie tiro.
Una ultima comida sin celebración,
el ultimo aliento antes de expirar.
Los años pasan y yo sigo igual,
torrente de imágenes que se van.
Una tortuga marca nuestro destino,
una flor marchita en fuentes secas,
un cuarto vacío y una televisión rota,
paquete de cigarrillos junto a la cama
y una ilusión comprada por nada.
Ella se sigue riendo con fuego
y mis quemaduras no se sanan.