en horas cortantes de agónico dolor,
sucias aguas se llevan las ultimas hojas
de una primavera que no mas nacer murió.
Lagrimas que barren con los sentimientos
que me quedaban hacia lo que vos sos,
una nube de incertidumbre me ciega
y las cargas del tiempo arquean mi espalda.
Los silencios en torno mio se amontonan
y cuando es preciso callar el grito cruel
es que escapo solo en altas horas de madrugada.
Corriendo riesgos trate de alcanzar ese mas allá,
esa tierra lejana que cruza al otro lado del mar.
Un dolor invade mis venas y se expande sin piedad,
una lastimosa versión de lo que supe y solía ser
ha plagado las calles porteñas de un mundo al revés.
Extraños sucesos y cosas de nunca creerse a medias,
los cortinajes se cerraron en torno a mi,
la luz se muere lentamente y otro día mas se fue.
