Difundo
la palabra prohibida
donde
callar es una obligación
entre
la muchedumbre dormida
entretenida
con el dios televisión
Tratando
de escapar al matadero
de
una rutina sin ningún sentido
cumplir
mis sueños un día espero,
ser
un recuerdo cuando me haya ido
Saltando
los abismos de ignorancia
esquivando
golpes lo mejor posible
de
una sociedad y su pútrida fragancia,
el
reflejo en el espejo es irreconocible
Proyectando
sombras frías y apagadas
pasan
nuestras lúgubres y grises vidas
tristes
otoños y primaveras ya olvidadas
un
viaje que se termina y es solo de ida
Podría
ya dejarme morir sin mas que hacer
echar
a correr de este mundo discretamente
mas
mi llama interna no quiere desaparecer
sin
dejar alegría en un planeta deprimente
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